------------------------Entrevista al pity fernandez
Juan “Piti” Fernández habló en exclusiva con cajitasmusicales.blogspot.com (medio independiente, dependiente de Chapultepec Rock Magazine). Contó el progreso de la banda, sus comienzos, las influencias, la dicotomía Sabina-Solari, y también el futuro de Las Pastillas. El rock barrial llega a su casa señora, así que no tiene que barrer nada, pero por las dudas escóndale la revista al abuelo.
Entra Piti a la sala de ensayo de Almagro una hora después de lo pactado, sonriendo al ver a los Nachos (cantante y tecladista de Almas Mugrientas) que me acompañaban. Después de varios besos y abrazos, sacó una bolsa con un yogurt y un flan, y ante los comentarios socarrones de los presentes explicó “La nutricionista me cambió la vida”.
Juan Fernandez es un tipo humilde, predispuesto a contestar todo sin problemas. Nombró a bandas amigas para ayudar, se mantuvo siempre con los ojos bien abiertos, atento, escuchando con suma atención cada pregunta, brindando su tiempo, sus ideas, sus visiones, sin callarse nada. Confiando en el otro como si existiera una relación previa. Es una persona con mucho para dar, mucho por decir, mucho por recorrer y en ese camino, mucho para mostrar y demostrar. El Piti es un tipo que rebalsa amor y sentimiento, dando besos, agradeciendo, siendo fisico con las manos, con la cara, con los ojos. Con estos matices empezamos.
Tratando de resumir lo que son Las Pastillas del Abuelo hoy: metieron siete teatros en un mes, la gira por todo el país, tienen dos discos en circulación, y también casi 50 temas dando vueltas por internet. Llegaron, están dentro de la circulación de bandas para pelearla. ¿Cómo te sentís? ¿Esperabas todo esto?
La sensación es de un sueño cumplido. A veces hay que hacer un ejercicio como para que se te caiga un lagrimón. Igual se te cae. Yo antes tenía un profesor que me decía “¿Estás contento?” Yo le decía si, “Bueno, informáselo a tu cara entonces”. Hay noches que me lo digo yo solo, y por estar en el cuarto de mi casa, en mi pieza, me pongo a llorar de la alegría. Lo que pasamos que fue un montón. Un montón duro y un montón hermoso, que no se va a poder repetir tampoco. El que te esté esperando una chica abajo del escenario, y no la conozcas y estés a un metro. Antes bajaba y bailaba trencito con las doscientas que había, eran todos amigos, era muy familiar y eso tampoco está, y eso se extraña también. Siempre están los pro y los contra, pero cumplir un sueño lo que tiene de maravilloso es eso, cumplí una meta. Llegué, a donde quería llegar llegué. Y eso te hace más grande. Ahora quiero cumplir otro sueño. Y después va a haber otro, y otro. Eso es lo que hace grandiosa a la vida, poder llegar para volver a partir. Hay un nombre que se está conociendo cada vez más y es conocido ya. Es medio raro, pero estamos ya metidos en la escena del rock. Lo mejor de todo es que no pensamos bajar, eso es fundamental.
No los conozco, no los vi nunca en mi vida, no sé quiénes son. ¿Qué hacen Las Pastillas del Abuelo?
Voy a ser muy cursi, pero hacemos música, esa es la verdad. Dentro de ella hay un montón de influencias. Hacemos un collage de influencias también. Y ya que decimos influencias, músicos y es tan general, podemos decir que se hace fusión también. Una fusión de siete estilos. Muchas veces choca, hasta a nosotros nos choca. Pero hay veces que digo “este tema tiene una batería que no me cabe”, pero es la batería que le cabe a Juan, es la batería de Rush por ejemplo. Que Fer pueda hacer, en un tema como “Algo de vos” un solo de Joe Satriani es una locura. Entonces el chabón es feliz con eso. Y Joel también. Que por ahí en un tema esquematizado como es “Algo de vos”, también o “Oscarcito” que es un tango, hace un solo de saxo que es una enfermedad, en “Oscarcito” que no tiene mucho que ver. Es muy ricotero, muy Willy Crook para “Oscarcito”, pero el chabón es feliz, eso tiene un valor terrible, está buenísimo. Es una fusión de siete estilos.
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